viernes, 5 de julio de 2013

SOY PERSONA, SOY VALIOSA


Publicamos otro de los cuentos preseleccionados para el concurso internacional de cuentos EL FUTURO EN NUESTRAS MANOS
Se me hace difícil expresar con palabras la tortura a la cual fui sometida por al menos tres años; los tres peores años de mi existencia. Mi nombre es Amanda Valenzuela y todo comenzó al cumplir los trece años de edad, al inicio de mi pubertad.
“¿Tortura de qué tipo?” te estarás preguntando, y déjame decirte que fui sometida a la de peor tipo: la sicológica, o el llamado bullying, como se dice habitualmente.
Sin más preámbulos, comenzaré dividiendo mi historia en tres emociones cruciales durante este proceso.
“Inseguridad”
Esto fue lo que me generó Javiera y Karen, dos mejores amigas que se las arreglaron para cumplir su objetivo: hacer que perdiera el amor propio.
-¿De verdad piensas que esa blusa te queda bien? No, te ves rara, con sobrepeso…-Solían decirme, sobre todo cuando decidía asistir al colegio usando ropa nueva.
El tiempo pasó y aquellos comentarios eran habituales, cada vez criticando más y más cosas de mi aspecto físico, como el color de mi piel, estatura, sobrepeso y hasta burlándose las cicatrices que la varicela dejó en mí.
“Odio”
Ya había pasado un año aguantando sus burlas, hasta que un día, tan rápido como viaja la luz, mi vida se volvió un infierno cotidiano, un purgatorio al cual asistir constantemente. Ya no eran solo ellas, puesto que el novio de Karen era el nuevo alumno de nuestro curso y ambos llevaban mucho tiempo juntos y el primer día cometí el error de pasar junto a ellos y sin siquiera haber cruzado una sola palabra con él, sentí su despectiva mirada sobre mí para luego decirle a Karen:
-¿Ese es el animal del qué me hablabas?- ¿“animal”? yo no era ningún animal y sentí cada fibra de mi ser estremecerse de dolor y vergüenza. Todos en el pasillo estallaron en risa y comenzaron a imitar el sonido de un cerdo y algunos comenzaron a llamarme “hipopótamo” e incluso “monstruo”. Recuerdo que rompí en llanto y nadie tuvo la gentileza de detenerlos o de defenderme.
Estos calificativos comencé a escucharlos a diario y también los hice parte de mi vida, cometí uno de los peores errores del ser humano…dejarse llevar y creer en las palabras de otra persona que cree ser mejor que tú, y fue así como la anorexia se apoderó de mí ¡Odiaba lo que veía en el asqueroso espejo! Me repugnaba, así de simple. Bueno, los calificativos fueron reemplazados por “enferma”, “esqueleto andante” entre otros.
Y la última etapa, “Liberación”
…O suicidio, podría decirse. No entraré en detalles del morbo que conlleva la situación, pero luego de ser hospitalizada recibí ayuda sicológica, ayuda impartida por profesionales que saben de lo que hablan y que lo único que desean es poder ayudarte a salir del agujero al cual has sido arrastrado.
Puedo decir, que la ayuda que recibí me sirvió enormemente ya que logré sacar mi voz y aprendí a quererme nuevamente y logré convertirme en lo que soy hoy: Terapeuta y orgullosa madre de dos hijos.
Tras finalizar mi terapia decidí hacer algo, no tan solo dejar lo que había vivido oculto y protegido en una caja del pasado, no. Por muy mala que haya sido la experiencia, algo tenía que sacar de ello ¿cierto? Y fue por eso que tomé la decisión de grabarme, contando mi caso (Entrando en lujo y detalle) y ponerlo en la red. A pesar de que lo hice sin mayor esperanza, en tan solo un día alcanzó por lo menos cinco mil visitas y al finalizar la semana otros diez adolescentes se grabaron contando su experiencia con la bulimia, acoso sexual y verbal; bullying en sus diversas formas.
Y fue ahí cuando me di cuenta de lo verdaderamente valiosa que soy tan solo por el hecho de ser persona, y  tú eres valioso también y nadie puede decirte lo contrario ¿Qué pasó con los videos? Llegaron a la televisión y marchas y campañas comenzaron a surgir y a ser promovidas, buscando un cambio y es porque…nosotros somos el futuro, en nosotros está el cambio que queramos lograr el día de mañana.
¿Sufres? Pues dilo, ¿quieres un cambio social o expresar tu opinión? Hazlo. Alzar tú voz es el primer paso y el más importante ya que si queremos acabar con conductas deplorables, violencia e injusticias debes luchar y buscar un medio. El futuro está en nuestras manos, en la sociedad, en todos nosotros. Y a nivel personal…yo tenía dos opciones: hundirme o nadar, y yo decidí nadar, decidí luchar por un futuro mejor, por ser feliz.

un caucásico niña silueta de adolescente llorando triste de cuerpo entero en el taller de corte aisladas sobre fondo blanco Foto de archivo - 13339179





Nombre de la alumna: Catalina Fernández
Curso: 2°Medio B
Edad: 16 años

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